La expresión de la semana: ¿cuál es el origen de la expresión "no ir ni el Tato"?
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Saludos, queridos lectores. En el post de hoy vamos a ver una expresión que seguro que ya conocen, porque se usa en prácticamente la totalidad de España, pero lo que ya no es tan probable es que conozcan su origen. Porque, ¿quién no ha dicho alguna vez aquello de "no ir ni el Tato" cuando un cierto evento no reunía suficientes interesados? ¿Y quién fue ese tal Tato? Pues bien, ¡vamos a verlo! El Tato y su fama. El Tato, apodo por el que se le conocía, se llamaba realmente Antonio Sanchez, y fue un famoso torero sevillano que vivió entre 1831 y 1895. Allá por 1869, mientras toreaba, un toro le corneó una pierna, que se gangrenó y fue necesario amputar, pero ni por esas estaba dispuesto a perderse ningún evento social, y mucho menos, una corrida. Incluso intentó seguir toreando con la pierna ortopédica, pero en vistas de lo peligroso que resultaba el no poder moverse con soltura en una situación así, terminó retirándose a trabajar en el matadero en el que toreaba las reses cuan