Saludos, queridos lectores. Ahora que ya se ha pasado Halloween, seguro que más de uno está teniendo problemas para limpiar los restos de las decoraciones y el maquillaje, en especial todos aquellos que por algún motivo se les ocurrió la genial idea (entiéndase la ironía) de usar purpurina o algo que la contenga para dar un aspecto más "terrorífico" al disfraz en cuestión o a la decoración.
Y es que, precisamente la purpurina es un elemento que, a priori, queda muy bonito, espectacular, resalta mucho todo aquello en lo que se posa, pero a la hora de limpiarla... No hay dios que la quite. Y si no, que se lo pregunten a Rosalía, que desde su videoclip de Motomami debe de estar limpiando ( o haciendo que le limpien) las cantidades ingentes de purpurina en que se cubrió.
Debe de haber algún motivo para que algo tan pequeño e insignificante cueste tantísimo trabajo y tiempo limpiarlo. ¡Vamos a descubrirlo!
¿De qué está compuesta la purpurina?
Pues resulta que la purpurina, tal y como la conocemos ahora, se inventó en 1934 por el maquinista estadounidense Henry Ruschmann, quien ideó una forma de moler el plástico en trocitos mínimos (del tamaño de micras). Hoy en día, se compone principalmente de plásticos, pero hay algunas marcas que están elaboradas a partir de trozos microscópicos de metales como el cobre o, más comúnmente, el aluminio, a los que se les da color a partir de óxido de hierro y dióxido de titanio, lo que les da su característico brillo. Al ser partículas tan pequeñas, es fácil que se queden incrustadas en sitios no muy accesibles o pequeñas grietas o irregularidades de las superficies imperceptibles para el ojo humano, de ahí que sea tan difícil limpiarlo, aunque con tiempo y paciencia es posible deshacerse de ella. Y para los que, como yo, tienen la paciencia justa para aguantar el día, parece ser que existen productos especiales para limpiar la purpurina (yo aún no lo probé, pero me suena demasiado bueno para ser verdad).
Hay otro dato aún más interesante. ¿Sabían que se han encontrado pinturas rupestres decoradas con lo que se podría considerar purpurina? ¡Quién lo diría!... Al parecer, esta estaba compuesta por pedazos molidos de mica, uno de los minerales presentes en el granito, conocido, precisamente, por su característico brillo.
Se tienen registros de su uso también en la India, Grecia o Egipto para decorar la piel, pero esta provenía del plomo y era muy tóxica, tanto, que podía producir la muerte por envenamiento. Y ni siquiera sería la última vez que se usó plomo en el mundo de los cosméticos...
Hay personas a los que la purpurina les puede producir reacción alérgica, y otros que, directamente, no la usan por las implicaciones medioambientales que ello acarrea, aunque hoy en día se han inventado unos tipos especiales de brillantina ecoamigables, a partir de plásticos reciclados o tintes no tan nocivos.
¿Qué opinan ustedes del uso de la purpurina? ¿Soy la única con esa sensación de amor- odio? No olviden dejarme su opinión, sugerencias o correcciones por los comentarios; me ayuda mucho a mejorar.
¡Hasta la semana que viene con más posts!
Este post me ha puesto buonarroti
ResponderEliminarA mi también! Viva la purpurina y viva el plomo!
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