Los efectos de la música en el cuerpo: ¿realmente se puede usar para modificar la conducta?

Saludos, queridos lectores. Seguro que más de una vez hemos escuchado aquello de que "la música amansa a las fieras". Incluso más de una vez habremos visto a alguien (o lo habremos hecho) acunando a un bebé o niño de corta edad mientras le cantaba, logrando calmarlo o incluso dormirlo.

La música parece tener un efecto relajante en las personas, pero ¿hasta que punto es cierta esta afirmación? ¿Por qué sucede esto? ¿Es posible causar el efecto contrario, o inducir cualquier otro estado anímico con música?

¡Vamos a verlo!

Lo que pasa cuando escuchamos música.

Lejos de tratar de vender la música como una suerte de cura para todos los males, es innegable que la música produce efectos en nuestro cuerpo, la mayoría de ellos, positivos, y las grandes multinacionales también lo saben y usan a su antojo. 

La música, por intentar definirlo de algún modo concreto y sencillo, vendría a ser como un conjunto de ondas de sonido de diferente frecuencia, que se producen intencionadamente por el músico de forma lógica y ordenada, siguiendo para ello una partitura, donde están apuntadas las notas musicales con sus diferentes valores y escalas. 

Cuando escuchamos música, y esta nos gusta, entran en juego un conjunto de neuronas conocidas como núcleo accumbens. La actividad producida por estas neuronas desencadena una reacción en cadena que activa diferentes áreas del cerebro, como la encargada de la memoria o aquella que controla nuestros movimientos. El cerebro entonces libera dopamina, la llamada hormona de la felicidad, lo que posibilita que nos sintamos tan relajados ante determinadas canciones. 

Cada canción, así como cada persona, es un mundo, y obviamente no van a reaccionar igual todas las personas ante una misma canción, pero es posible agrupar las canciones por género, en función del ritmo, la intensidad o incluso los instrumentos que participen en las canciones. Sabiendo esto, ya es posible utilizar un género u otro en función de los efectos que queramos provocar en el cuerpo del oyente. 

Así, no es la misma música que se escucha en un gimnasio, donde hay que incentivar a la gente a que realice ejercicio, que en una residencia de ancianos, donde igual nos conviene tirar por canciones más tradicionales, que les gusten a los residentes y les despierten recuerdos bonitos de sus años mozos. Las canciones del gimnasio nos van a acelerar los latidos, y con ello entramos incoscientemente en un estado de actividad física, mientras que en la residencia es todo lo contrario. Diversos estudios han demostrado que la música clásica es capaz de controlar la tensión arterial, el estrés, mejorar la concentración e incluso ponernos de buen humor. 

Otra de las virtudes de la música es que facilita el aprendizaje, precisamente por la capacidad de la música de activar el área cerebral de la memoria. Por eso tradicionalmente el saber se transmititía, principalmente, con canciones sencillas de comprender para todo el mundo. 

¿Les gustó este post? ¿Ya conocían las virtudes de la música? Déjenme su opinión y sugerencias en los comentarios, que siempre les leo. 

¡Hasta la semana que viene con otro post!

Webgrafía: Información obtenida de las páginas UDEP Hoy (https://www.udep.edu.pe/hoy/2020/08/influencia-de-la-musica-en-los-seres-humanos/#:~:text=La%20m%C3%BAsica%20fortalece%20el%20aprendizaje,velocidad%20de%20las%20ondas%20cerebrales.), DJMag (https://djmag.es/que-pasa-en-tu-cuerpo-cuando-escuchas-musica/), Hipertextual (https://hipertextual.com/2013/04/ocurre-cerebro-cuando-escuchamos-musica) y periódico ABC (https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/psicologia/abci-beneficios-escuchar-musica-clasica-alimenta-cuerpo-y-alma-202112312348_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F). Imagen obtenida de Pixabay.